sábado, 8 de septiembre de 2012

Peregrinar.

¡Hola a todos!

Ya estoy de vuelta, han sido dos semanas muy intensas con el Camino de Santiago y después con el viaje a Escocia que hice con 3 amigos de la oposición. De Escocia hablaré en otra entrada, la de hoy va dedicada al Camino.

Hice el Camino y sobreviví, contra todo pronóstico xDDD.

Para que te den la Compostela es necesario que recorras al menos los últimos 100 Km a pie. Como hacer 100 justos nos parecía mal, decidimos hacer 103 xDDD. Así, nos plantamos en Lugo después de haber dormido una hora (sí, una hora... sin comentarios) y empezamos a caminar. Enseguida entramos en la Catedral de Lugo y ese fue nuestro primer sello, el que daba el pistoletazo de salida a nuestra pequeña aventura.

Las dos primeras etapas correspondían al Camino Primitivo. Para los que no estéis familiarizados con todo esto, existen varios caminos distintos que llevan a Santiago. El más conocido y transitado es el Camino Francés. Nuestro plan era hacer 2 etapas del Primitivo y luego enlazar con el Francés, terminando las últimas etapas de éste.

Bien, pues el Camino Primitivo, como su nombre indica, es realmente primitivo xDDD. Hablando después con otros peregrinos descubrimos que es un camino que suele escoger gente que quiere optar por la soledad. Y he de decir que el camino se lo pone fácil: pocos peregrinos, pocas señales y definitivamente MUY POCOS lugares donde sentarse a descansar, tomar un bocadillo e incluso alojarse. Muy distinto al camino francés, donde cada ciertos kilómetros aparece un bar cual oasis en medio del desierto y donde te rodean peregrinos constantemente.

El primer día nos recibió con un diluvio increíble. No paraba de llover y llover, lo que nos permitió estrenar nuestro poncho cubremochilas. Aproximadamente a los 5 minutos de empezar el camino tu aspecto empieza a importarte un comino aunque parezcas Quasimodo con bastones, y esto resulta realmente liberador.

A partir de los 20 Km los pies empiezan a doler una barbaridad. Aún recuerdo los momentos en los que prefería seguir caminando antes que parar porque al parar el dolor era increíble. También recuerdo las paradas en cunetas a hacer curas de los pies y masajearlos para seguir andando.


Pero finalmente superamos la primera etapa y llegamos al albergue (sí, sólo había uno) en un pueblecito perdido (perdido hasta para google maps, que se dice pronto). Una vez allí, colgamos la ropa empapada con cuerdas por toda la habitación y cenamos unos entremeses y un filete de pollo que me supieron a gloria bendita.

A la mañana siguiente cuál fue nuestra sorpresa al tocar la ropa y ver que seguía tan empapada como el día anterior ... ¡¡Había tantísima humedad que la ropa allí no se seca jamás!! Desde entonces era tradicional llevar siempre algún calcetín, camiseta o toalla colgando de nuestra mochila para que se secara mientras andábamos.


Pasada la primera etapa, te vas metiendo más y más en tu papel de peregrina hasta que ya es parte de ti. La mochila y los bastones son extensiones de tu cuerpo, los otros peregrinos compañeros de fatigas, el albergue más cutre es tu casa y la cama más incómoda es el paraíso.

Cuando llegábamos a los pueblos, por las tardes, había poco que hacer además de masajearse los pies y los gemelos. Por eso, el planazo del peregrino suele ser acudir a la misa del peregrino que se celebra sobre las 19 en las iglesias de estos pueblecitos. Se trata de misas normales pero, al finalizar, se bendice a todos los peregrinos. La mejor para mí fue una en la que el sacerdote dijo a todos los peregrinos que se acercaran al altar, de espaldas a la gente del pueblo que quedaba sentada en los bancos y, una vez allí, nos bendijo y añadió "ahora el pueblo os quiere hacer un regalo, quiere deciros que cuando camináis no vais solos, siempre hay alguien que os acompaña". Y en ese momento toda la gente del pueblo empezó a cantar una canción que me enseñaron cuando era pequeña en el colegio y que no había oído desde entonces. Fue un momento memorable.


Es la versión menos cutre que he encontrado. Con lo bonitas que son estas canciones, ¿por qué no habrá versiones mejores? ¡Parecen compuestas con la playstation!.

Podría seguir contando miles y miles de momentos, como cuando descansamos de una etapa tomando una cerveza (Estrella Galicia, maravillosa!!) mientras sonaba de fondo esta canción:


O simplemente los ratos que pasé caminando por bosques, pensando en todo, en mi vida, en la oposición, en el futuro... y los momentos en los que, por imposible que sea, sentía a mi padre muy cerca de mí, como si me acompañara.  Me impactó mucho cuando, después de terminar el Camino, mi madre me contó que mi padre lo había hecho de joven desde Roncesvalles, y que era una experiencia que le había marcado mucho. Que solía hablar mucho de ello a mi madre y mi hermana mayor pero que, como no le hacían mucho caso, debió dejar de contar porque yo nunca lo supe. Me habría encantado comentar con él la experiencia; me conformo con creer que estuvo a mi lado de alguna forma.

La última etapa, que pensé que sería la más emocionante, se me hizo muy dura. Primero hay que llegar al Monte Do Gozo, desde el cuál se ve por primera vez Santiago. Bueno, pues ese monte nunca llegaba!! Cada vez que llegábamos a una cuesta comentábamos "tiene que ser ya la subida al monte" pero nunca era ... hasta que lo fue y pudimos mirar hacia Santiago por primera vez.


Desde el Monte Do Gozo ya no queda mucho a Santiago, pero se hace eterno. Desde que entras en Santiago empiezas a andar por calles y calles y no ves la catedral por ningún sitio. Íbamos diciendo "cuenta la leyenda que esta ciudad tiene una catedral" ... Mientras caminaba por esas calles yo iba pensando "creí que lloraría al llegar a Santiago, pero estoy tan cansada y tan harta de recorrer las calles sin ver la catedral que lo que voy a sentir es alivio y no emoción". Pero entonces crucé un arco justo antes de la catedral donde hay un gaitero recibiendo a los peregrinos ...  y al llegar a la Plaza del Obradoiro me eché a llorar. Fue realmente emocionante. Había estado antes en Santiago y nunca había sentido eso, como si la ciudad fuera en parte mía.

Siento que no he podido plasmar ni la mitad de lo que se siente durante el camino así que sólo me queda animaros a hacerlo alguna vez y dejar este poema de Julio Álvarez, que lo describe mejor que yo.


PEREGRINAR.

Peregrinar no es simplemente andar. 
No es dejar atrás kilómetros, montañas, árboles, gentes.

Peregrinar no es sólo ver hermosos paisajes, saludar personas desconocidas; hombres y mujeres anónimos que igual que otros sudan con su macuto a cuestas.

Tampoco es peregrinar solamente dar los "buenos días" a los lugareños que van con sus reses y sus años, ni buscar desesperadamente el mejor cobijo para la noche.

Peregrinar es, probablemente, un estilo de vida que no conocía, o que tal vez sentía sin darme cuenta, o quizás era y soy demasiado pequeño y frágil para llegar a descubrirlo dentro de mi "yo" tan egoísta y simple.

¿Será tal vez peregrinar tener a Dios conmigo en cada paso, y ser árbol, helecho, y ser también olor, olor a roble, eucalipto, y a vaca sucia?

Seguramente peregrinar es además ver el sol de noche y la luna de día, es disfrutar del chaparrón que no cesa, y sobre todo, es amar a los que no me amaron, es saber que llegaré aunque no sepa cuándo, y no saber qué voy a hacer mañana, sólo sentir que quiero abrazar a todo el que hoy he visto, deseo hacer reír a todos los que lloran y recordar a los que siempre ríen que el llanto existe.










5 comentarios:

  1. Con lágrimas de emoción en los ojos y sin palabras en la boca me ha dejado esta entrada al leerla. ¿Cómo es posible que, al convertir en palabras los sentimientos, pensamientos y emociones en los distintos puntos de El Camino, estos puedan ser tan iguales en dos personas distintas? Lo es.

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  2. Que entrada más bonita!!! Y qué cantidad de recuerdos me ha traído. Preciosa. Yo no sé si tendría fuerzas para volver a hacer el camino (Yo recorrí 110km ;D), pero es una experiencia inolvidable. Preciosa entrada.

    P.D: En mi cole también cantábamos esa canción!!! Jejeje!!

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  3. He entrado en tu blog buscando el poema Peregrinar que encontré en un albergue en Pedrouzo. Comparto contigo todo lo que se siente en el Camino, una experiencia inolvidable.
    No nos quedemos en llegar a Santiago, es el principio ... recordemos siempre ese vivir austero, la solidaridad que se encuentra, el vivir sin ruidos, sin televisión, el esfuerzo gratificante
    Animo con la oposición, también hace 35 años aprobé la mía, y se parece al Camino, :)

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  4. Me ha encantado esta entrada!!! Que me he leido tu blog en 3 dias, todo completito y te acabas de convertir en mi inspiracion, leerte me ha servido tanto para darme cuenta que no hay imposibles, que todo es posible mientras tengamos vida!!! Algun dia voy a recorrer ese camino! De verdad que las cosas no pasan por casualidad por algo me tope con tu blog!!! Bendiciones infinitas!!! :)

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    1. No sabes la ilusión que me ha hecho tu comentario Angie!!! De verdad :)) Muchas veces leo o me encuentro a personas que me hacen darme cuenta de cosas importantes y que me digas que yo te he ayudado a vencer miedos y a atreverte a vivir ... pues me hace realmente feliz te lo prometo!! Un beso fuerte!!

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