jueves, 14 de abril de 2011

Aprobar es una lotería

Bueno, aquí estoy de nuevo en mi lugar de desahogo.

Hoy titulo mi blog con una frase que me dijeron ayer y que me sentó cual patada en la boca. Ayer, cuando estaba yo en plena fase depresiva basada en helado y lloros, me viene un amigo con unos ánimos "increíbles". Me dice "tú el año que viene te tienes que exigir volver a llegar al cuarto ejercicio. Una vez en el cuarto ejercicio es una lotería aprobar".

Vamos a ver. Me niego a que esto sea una lotería. Es cierto que tiene similitudes con un sorteo y es cierto que un poquito de suerte con el tema que te cae, con el tribunal que te toca ... etc viene bien pero también es cierto que cuanto más estudies más boletos tendrás en tu haber para ganar el sorteo, digo yo.

Lo que está claro es que quizá no era la frase más afortunada para el día en el que se recibe un suspenso como una catedral.

Hoy estoy mejor. Quizá tiene que ver con que ahora mi principal actividad es organizar unos cuantos viajes que voy a hacer en mi mes de descanso entre convocatorias. Viajar me encanta y no recuerdo cuál fue el último viaje serio que hice.

Ahora en un rato voy a pasarme por la agencia de viajes a buscar algo para Inglaterra, que mi madre no lo conoce y quiero llevármela y que vea Londres. Yo creo que le va a encantar.

Esto de los viajes y mi madre tiene que ver con lo que me impulsó a decidir opositar, aunque parezca que no.

Todo empezó cuando estaba en la universidad. Estudié Ingeniería Informática y en la universidad me mataban a prácticas. Tanto que estuve 2 años yéndome a las 8 de la mañana y volviendo a casa a las 21 de la noche, cenaba, a la cama y vuelta a empezar. Casi no veía el pelo a mis padres, coincidía con ellos el fin de semana pero también solía tener prácticas que hacer y no pasábamos mucho tiempo juntos.

Mi relación con mis padres era muy especial. Confieso que siempre he estado muy unida a ellos, les contaba absolutamente todo de mi vida, les pedía consejo, hacía viajes con ellos, iba al cine con ellos ... Eran un par de amigos más para mí y me lo pasaba genial con ellos. Por eso se hacía un poco duro no verles tanto a causa de todos mis deberes universitarios. Pero bueno, lo asumía como algo normal, tenía que ser así y ya habría tiempo cuando terminara la carrera de recuperar el tiempo perdido.

Pues bien, esta frase: "ya habrá tiempo" se me quedó grabada mucho tiempo. Y es que en realidad no hay tiempo. Cuando estaba en mi tercer año de carrera, mi padre sufrió un infarto fulminante y murió. Fue lo más duro por lo que he pasado nunca, aunque a veces la oposición me parezca lo peor, yo sé que no hay nada peor que eso. Fue estar una noche con él (en la que encima discutí con él por una chorrada, aunque no venga al caso) y al día siguiente ya no estaba y no volví a verle.

Esto marcó un antes y un después en mi vida que me ha afectado a mi manera de ser y de actuar. En muchos aspectos, pero el que viene al caso es el de lo que quiero en mi vida.

De lo que más me arrepiento es de no haber pasado más tiempo con mi padre. Desde que eso pasó, logré compaginar mi carrera con pasar tiempo con mi madre. Me propuse además que mi madre iba a hacer un señor viaje cada año porque a mi padre siempre le daba pereza. Así que nos fuimos a Italia, a Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Alemania ...

Pero sobre todo decidí que para mí, lo más importante es el tiempo. Tiempo para pasarlo con la gente que más quieres. Quiero trabajar pero trabajar en algo que me permita tener bastante tiempo, no estar en una oficina de 8 a 8 y vivir para trabajar. Y quiero esto aunque tenga que sacrificar el sueldo que ganaría en la empresa privada.

Por supuesto ha habido otros factores que influyeron en mi decisión. Por ejemplo, el ver en mi antigua empresa cómo despedían a una profesional como la copa de un pino, de 40 años, inteligente, trabajadora, responsable ... simplemente porque en plena crisis económica no había logrado vender lo que se le exigía y porque quería tener un hijo, crimen imperdonable para una mujer trabajadora. Ver cómo una empresa tiraba por la borda tantos años de esfuerzo por parte de esta trabajadora me afectó y decidí que no quería vivir con el miedo a verme un día, con 40 años, en la calle.

Es por todo esto que siento que todos los pasos que he dado hasta ahora al final me han conducido a este punto y aunque en este momento me parezca que conseguir la oposición es algo inalcanzable, siento en mi interior que estoy haciendo lo correcto.

Y si esto es una lotería, voy a dedicarme los próximos meses a comprar y comprar boletos. Espero que el año que viene sea mi año :)

2 comentarios:

  1. Sinceramente , he leído poco de tu blog, pero es genial. Me ha dado mucho ánimo y aunque aun no estoy opositando, espero estarlo el año que viene.

    1 saludo muy grande y sigue con el gran blog pues seguro que animas a muchísima gente.

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  2. ¡¡Vero bienvenida!! :D Muchísimas gracias por tu comentario!! Me hace mucha ilusión que me sigas y que te guste mi blog!! Te mando mucho año para el año que viene, es muy duro pero es una inversión en calidad de vida para el futuro, así que merece la pena. ¡Un besito muy grande y espero que sigas por aquí!

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