domingo, 24 de abril de 2011

Renunciamos

Bueno, pues ya ha terminado la primera fase de mi carga de batería, también conocida como "Viaje a León". He pasado unos días geniales con mi familia y vengo un poquito más desestresada, lo cual me hace pensar que después de Asturias y después de Londres estaré lista para enfrentarme al malo de la película.

León es la tierra de mi padre así que siempre es especial viajar allí porque hay mucha gente, expresiones o detalles que me lo recuerdan. Hemos visitado muchas cosas pero lo que más hemos hecho ha sido comer, comer y comer. Y es que al cocido maragato y a la morcilla leonesa no me he podido resistir ... Digamos que mis planes de empezar en serio una dieta van a tener que posponerse un poquito más ... Qué desastre soy con la comida. La verdad es que me viene de familia xDDD

En la noche del sábado decidí ir a ver la Vigilia Pascual de Astorga. Por varios motivos pero principalmente porque la Semana Santa en Astorga tiene fama y no habíamos ido a ningún acto, y también porque es una ceremonia a la que fui hace muchísimos años con mi madre en el pueblo de origen de ésta y que me gustó mucho.

Cuando fui con mi madre, fue en una pequeña iglesia de Valverde de la Vera, un  pueblecito extremeño precioso en el que nació mi madre. La Vigilia Pascual es una misa un poco fuera de lo común y por eso me gustó mucho en su día. Se supone que todo el mundo está de luto porque Jesús ha muerto. Entonces al principio todas las luces de la iglesia se apagan y simplemente se iluminan montones de velas sujetadas por la gente. Es bastante impresionante. Comienza la misa y, finalmente, cuando Jesús resucita, se encienden todas las luces de la iglesia y comienzan a sonar las campanas.

Bien, la ceremonia en Astorga no me gustó tanto como la que vi cuando era pequeña.Puede ser porque ya no la veía con los mismos ojos inocentes y crédulos pero simplemente la vi más larga y más pomposa que la ceremonia que yo viví. Aún así mereció la pena ir sólo por tener esta visión de la catedral de Astorga:



No hay nada que remarcar sobre la misa pero hubo un momento en el que el Obispo de Astorga comenzaba a hacer varias preguntas y nosotros debíamos contestar, vela en mano, con un "sí, renunciamos". Ese momento tuvo algo especial para mí, y no en un sentido religioso sino más bien en un sentido relacionado con el reto que me planteo. El texto fue el siguiente:

¿Renunciáis a las obras de Satanás, que son:
  • Las envidias y los odios;
  • Las perezas y las indiferencias;
  • Las cobardías y los complejos;
  • Las tristezas y las desconfianzas;
  • Las injusticias y los favoritismos;
  • Las faltas de fe y de esperanza?

El caso es que me tomé ese momento como un antes y un después y como un juramento a cumplir en mi lucha contra lo que yo sí considero una obra de satanás: ¡la oposición! xDDD. ¡Y sí que renuncio a todos esos obstáculos! Renuncio especialmente a las cobardías y los complejos, a la desconfianza en mí misma y a la falta de esperanza sobre conseguir lo que quiero.

Renuncio a todo eso porque el 2012 será un gran año :)

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